Merced al éxito cosechado porEl capital en el siglo XXI (2013), Thomas Piketty ha podido acceder a fuentes fiscales e históricas que diferentes gobiernos se negaban a prestar hasta la actualidad. A partir del estudio de estos datos inéditos, el autor ofrece una historia económica, popular, intelectual y política de la desigualdad, desde las sociedades estamentales y esclavistas hasta las sociedades poscoloniales e hipercapitalistas modernas, pasando por las sociedades colonialistas, marxistas y socialdemócratas.
De este análisis se desprende una conclusión esencial: la desigualdad no es económica o tecnológica, es ideológica y política. Dicho de otro modo, las ideas y las ideologías cuentan en la historia. Para Piketty, el hilo conductor de la narración de las sociedades humanas (que es también la narración de la búsqueda de la justicia) no es la lucha de clases, como defendían Marx y Engels, sino más bien la lucha de ideologías. La situación popular no basta para forjar una teoría de la sociedad justa, de la propiedad justa, de la fiscalidad justa o de la democracia. Absolutamente nadie va a tener nunca la realidad absoluta sobre estas cuestiones.
Thomas Piketty se muestra convencido de que es viable sobrepasar el capitalismo y crear una sociedad justa basada en el socialismo participativo y en el popular-federalismo, y expone su propuesta en esta ambiciosa obra.