La Doctrina Del Shock: El Auge Del Capitalismo Del Desastre es un libro escrito por Naomi Klein en el año 2007. En él, la autora explora la teoría de que los desastres naturales, las crisis económicas y las guerras son utilizados por los gobiernos y las grandes corporaciones para imponer políticas neoliberales y privatizar servicios públicos.
El título del libro hace referencia a la teoría del shock, desarrollada por el psicólogo estadounidense Milton Friedman, que sostiene que las crisis son momentos de oportunidad para imponer cambios radicales en la sociedad. Klein argumenta que esta teoría ha sido aplicada en varios países del mundo, como Chile, Argentina, Rusia y Estados Unidos, y ha tenido consecuencias devastadoras para la población.
El libro está dividido en varios capítulos, cada uno de los cuales explora un caso concreto de aplicación de la doctrina del shock. Por ejemplo, en el capítulo sobre Chile, Klein analiza cómo el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973 fue utilizado para imponer políticas neoliberales y privatizar empresas estatales. En el capítulo sobre Rusia, la autora muestra cómo la caída del comunismo en 1991 fue aprovechada por oligarcas y empresas extranjeras para hacerse con el control de los recursos naturales del país.
El libro ha sido muy influyente en el debate sobre el neoliberalismo y el papel del Estado en la economía. Ha sido traducido a varios idiomas y ha recibido numerosos premios y reconocimientos.
En resumen, La Doctrina Del Shock: El Auge Del Capitalismo Del Desastre es un libro que explora la teoría de que los desastres son utilizados por los gobiernos y las grandes corporaciones para imponer políticas neoliberales y privatizar servicios públicos. A través de varios casos concretos, la autora muestra cómo esta teoría ha sido aplicada en diferentes países del mundo. El libro ha sido muy influyente en el debate sobre el neoliberalismo y el papel del Estado en la economía.
La obra de Naomi Klein nos invita a reflexionar sobre el papel de los gobiernos y las grandes corporaciones en la gestión de las crisis y los desastres. ¿Deben estos actores aprovechar estas situaciones para imponer políticas radicales? ¿O deberían centrarse en proteger a la población y garantizar el acceso a servicios públicos de calidad? Estas son preguntas que siguen siendo relevantes en la actualidad y que merecen ser debatidas y analizadas con detenimiento.